Aplicaciones en tierra

Una corriente eléctrica es inyectada al subsuelo por medio de dos electrodos y se mide la diferencia de potencial entre un segundo par colocado en línea entre los primeros electrodos (ver figura). A partir de los valores de diferencia de potencial y de la corriente aplicada, se calcula la resistividad aparente que representa un promedio establecido de las resistividades de todas las formaciones o capas en el subsuelo a través de las cuales la corriente pasa. La profundidad de penetración depende de la distancia horizontal entre los electrodos de corriente: cuanto más distancia, más profundidad de penetración. Si se repiten las mediciones aumentando a cada paso la distancia horizontal entre los electrodos de corriente, se obtiene información sobre las estructuras geológicas cada vez más profundas (figura). Se puede presentar estos datos de forma gráfica en una curva de sondeo que representa la relación entre la resistividad aparente y la distancia entre los electrodos. Con la ayuda del ordenador se puede interpretar y convertir estas curvas en un diagrama que representa la verdadera resistividad en relación con la profundidad en la sección investigada.

La resistividad de una formación geológica depende en gran medida de la porosidad, la saturación de agua y la resistividad del agua dentro de los poros. Como la grava tiene una porosidad menos elevada que la arena, su resistividad será más alta. En general la porosidad de la arcilla es muy elevada y como consecuencia su resistividad será muy baja. La roca sólida, en cambio, tiene una porosidad baja y su resistividad será muy alta.  En agua dulce el valor de la resistividad depende más que todo del contenido de arcilla. De esta manera cada estructura geológica se destaca por su resistividad específica.



Aplicacio
nes fluviales y marítimas
Para aplicaciones en el agua, los electrodos están colocados a lo largo de un cable multiconductor arrastrado por un barco (figura). El barco puede ser grande de alta mar, un remolcador, una lancha normal, un inflable, una canoa, y hasta una camioneta 4x4 en la playa sirve como plataforma de mediciones Aquares en el agua.

Mientras el barco sigue su camino, las mediciones se realizan y se archivan continua y automáticamente por un ordenador sin intervención del operador. De esta manera, cada 2.5 segundos se realiza un cateo geoeléctrico completo. Entonces una velocidad del barco de 2 m/s correspondería a 1 cateo geoeléctrico cada 5 metros. En aplicaciones donde se trata, por ejemplo, de la exploración de diamantes aluviales, esta resolución resulta ser muy oportuna para detectar incluso las más pequeñas marmitas y zanjas.
Los datos son archivados con la hora exacta de la medición para sincronizarlos después con los datos de la batimetría (ecosonda), de la posición (DGPS-RTK) y de la marea. Mientras el estudio geoeléctrico está en marcha, la pantalla del ordenador ya muestra unos resultados cualitativos, lo que permite al operador intervenir en cualquier momento para ajustar y optimizar los parámetros de la exploración. Como cada elemento de volumen del espacio tiene asignado un valor de la resistividad, los resultados del estudio pueden ser interpolados en un modelo 4D del terreno (X,Y,Z, resistividad), visualizado por medio de perfiles verticales y horizontales en cualquier dirección o nivel.